- ¿ En serio?
- Bueno sí, en realidad solo a veces, porque lo mejor es que estés lejos, ya te olvidé antes de partir.
- ¿ Y eso qué?
- No lo sé, solo quería decírtelo por si acaso se te ocurrirá algún día decirme que me quieres, por si alguna vez me detendrás, me tomarás muy firmemente de mis débiles brazos y me mirarás severamente diciendo: "detén esta locura por favor".
- Sabes que jamás voy a hacer eso, ya lo hemos conversado, ¿Por qué te esfuerzas por algo tan irreal?
- Tal cual como lo dices soy bastante ilusa.
- Y ... ¿ A qué te refieres con "detener esta locura"?
- Detener esto, no dejes que te olvide, sé que era eso lo que querías, pero sutilmente algunos gestos me indicaban lo contrario. ¿Por qué no logro razonar ni recordar? ¿Será acaso la falta de nutrientes?. Lo sé, lo sé, me detengo. No más palabras vacías que solo ayudan a aumentar mi conducta de victima creo que tengo tanto que decirte y tu solo encierras tus palabras, ¿ podrías liberarte?
-¿Qué es lo que quieres que haga o diga, no es demasiado tarde ya para algo así?
- Ahora para ti es tarde, siempre existe alguna cruel mentira para no gesticular aquella boca, porque solo te escudas a través de este contaminador medio de comunicación, mis últimas palabras hacia ti fueron de lo peor, pero odio tanto que me trates así, no quiero que te vayas, pero jamás intentaría detenerte, mientras más rápido pase el tiempo más rápido olvidaremos que algún día nos conocimos, no te odio sin embargo tampoco sé si te amo. ¿Te quiero?. Sin duda. No quise que el cristal se rompiera derramando toda el agua, pero fue inevitable y a la vez irresistible. Vuelvo al pasado porque de alguna forma tu me obligaste, es un grave error culparte, pero si tu estuvieras yo no me iría también.
Te extraño, te extraño mucho lo juro, ayúdame a salir de aquí, porque creo que no puedo sola.
- Lo siento. Adiós.