sábado, 31 de diciembre de 2011

Life is a pigsty

Siempre que me introduzco en este blog, es porque tengo pena. Una verdadera lata. Me gustaría poder escribir cuando estoy contenta, pero no se puede por un par de razones:
1. Mi inspiración, o capacidad redactora, son casi nulas.
2. La felicidad no me dura demasiado.

Este año ha sido absolutamente asqueroso, ha significado nada en mi vida y me ha hecho reflexionar lo mierda que fui, que soy y seré, siempre digo que estoy harta de todo pero nunca hago nada para cambiarlo y probablemente así será el resto de mi vida.
Ojala pudiera remediar todo el daño que he hecho a muchas personas, ojala muchas de esas personas que me odian y que yo quise tanto y que aun quiero, quizás de otra manera, pero aun quedan recuerdos, ojala me perdonaran.
Como desearía tener el valor para no permanecer más parada sobre esto, para no ocupar más volumen en este espacio, para desaparecer, para convertirme en un recuerdo, en un mal recuerdo, pero que es mejor que una molestia diaria.
Siempre he deseado morir, desde que tengo memoria y no creo que sea solo problemas de adolescencia, porque cada día que me despierto para mi es un reto, simplemente creo que estoy enferma, que lo mejor seria dejar de molestar.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Lo peor

Y al final siempre me termino dando cuenta de que estoy sola.
Si pudiera cambiar las cosas, no lo dudaría ni un segundo, si pudiera no vivir de la misma forma estos cinco años pasados, si yo pudiera elegir, nunca habría hecho lo que hice, ni hubiese conocido a muchas personas, daría mi vida por empezar de cero. Podría morir.