Pueden ser muchas las cosas que tengo en la cabeza ahora ... Primeras clases prácticas de conducir, pasar cambios, detenerse, embrague, freno, acelerador, luces de viraje, etc. Esas son las cosas que hoy invaden por completo mi cabeza y lo más probable es que sea así por el resto de la semana, tengo que estudiar y estoy cansada de aquello, solo quiero un momento de descanso. Un momento para ponerle un play al walkman y escuchar, oír la música, relajarme, dormir.
Pero, hoy en mis reflexivas clases de manejo salieron a relucir trapitos al sol, no es que ayer no lo haya hecho, puede que haya incluso tenido más trascendencia, porque fue una información directa. Sin embargo la de hoy me dejó pensando, ese afán de las personas mayores por preguntar cosas incómodas, es alarmante por decirlo menos.
Al final, si lo piensan bien no es necesario hacer gran cosa para dejar huellas en este mundo, basta haber encantado el corazón, el sentir, el vivir de una sola persona y jamás podrá alejarte. Claro es rebatible, pero así es desde mi punto de vista basado en la experiencia propia. Estoy de algún modo sosteniendo tu huella, una insignificante de todas las demás que vas a dejar. Fue un recuerdo feliz.
Por otro lado, me intriga lo demás, ya son las nueve y treinta ...
