jueves, 3 de enero de 2013

El pasado

Que triste es darte cuenta que nada vales, pero más triste aún es saber que nada vales para una persona a la cual tu valoras mucho. Es solo que en mi mente no cabe la posibilidad de que yo no haya significado nada en su vida, pero así es realmente, aunque creo que hasta el día en que no me lo diga en la cara, hasta cuando yo no lo escuche por mi misma, no dejaré de tener una esperanza. Pero eso también duele, porque ese día nunca llegará, y no quiero seguir atrapada en el mismo lugar, quiero avanzar, tal vez progresar, no cambiar, porque eso es algo que siempre me ha llevado a cosas peores, pero sería agradable cambiar de la posición en la que me encuentro y en la que me he encontrado por años, porque si no lo hago, terminaré desperdiciando mi juventud, y antes de tiempo me convertiré en esa vieja amargada - aunque creo que ya lo he hecho- a la que todos odian. Y si no es en ella, acabaré solo siendo una hormiga más dentro de esta sociedad, yendo y viniendo todos los días, forjando una carrera, construyendo un hogar, plantando un árbol, y otro par de cánones más, solo porque así lo ha estipulado el resto de la sociedad, sin sentir siquiera la alegría del inicio de un nuevo día, insatisfecha conmigo misma, y perdida en algún momento de mi adolescencia en el cual no supe como demostrar lo que yo realmente era y quería ser.



miércoles, 2 de enero de 2013

Involucionar

Todo lo que viene a mi mente en este momento es triste y deprimente, y lo demás es nada.
Tener una página en blanco para expresar lo que sientes en un momento en el que tu vida no siente nada  es un poco complicado. Aún así, yo sigo intentándolo, porque este es el único modo que tengo de no convertirme en una persona poco sociable.
El año terminó, y yo todavía no tengo muchas conclusiones acerca de mis experiencias, salvo lo de costumbre; como todos los años, algunas personas te decepcionan, pero otras te hacen muy feliz; cometes errores en algunos ámbitos, cuando en otros consigues aciertos; en ocasiones te sientes amada y aceptada, mas siempre hay momentos en los que estarás triste y desolado. Estos son hechos comunes, que pasaron el año pasado y que volverán a pasar en este, entonces ¿ Qué es lo que tienen de especial? Pues, creo que de una u otra forma, cada paso, ya sea bien o mal dado, te hace reflexionar acerca de sus consecuencias. Si fallas, puedes -en el futuro- corregirlo. Y si haces lo correcto, de seguro eso será un aliciente para continuar por el camino en el que vas. 
Al final, la vida es un constante aprendizaje y lo que importa no son los objetivos, sino el viaje que hacemos para conseguirlos. A través de ese viaje vamos mutando, y a veces -como en mi caso- el recorrido parte desde el final hasta el inicio.