viernes, 19 de agosto de 2011

De momento

Tal vez debemos pasar por cosas malas para aprender a apreciar aquellas que son buenas, como la familia, los amigos, el amor. Todo en la vida consta de dificultades, porque de otro modo nada sería emocionante, sin un obstáculo probablemente el objetivo no sería tan apetecible.
No sé que me pasa últimamente, pero me he dado cuenta de muchas cosas, he percibido que no solo estaba ciega, sino que también no quise abrir los ojos cuando me fue posible ver.

No entiendo por que al pensar en ti, pienso también en la lluvia, puede ser porque estoy analizando a la lluvia desde la perspectiva de la mayoría de las personas. La lluvia arruina siempre tus planes, entristece a las personas y las aísla. Puede, en muchas ocasiones, hacerte enfermar y casi la totalidad de las visitas que hace son más que inesperadas, por lo tanto, nunca puedes estar prevenido, nunca puedes defenderte de ella. Sin embargo, para mi la lluvia solía ser algo que realmente amaba, apenas sentía unas gotitas quería correr y estar bajo ella totalmente desprovista de abrigo, no me importaba enfermar. También adoraba dormirme escuchando su sonido, era una de las cosas más placenteras y relajantes.
Actualmente, las cosas han cambiado. Puede ser el hecho de que ya no soy una niña, puede que con el paso de los años nos amarguemos, con sinceridad creo que la lluvia dejó de importarme, no obstante aún continua desestabilizando mis planes y causando algunas tristezas, nada que algunos minutos de introspección no puedan arreglar.

domingo, 14 de agosto de 2011

Aprendizaje

Sin duda, todos nos hemos preguntado que es lo que significamos en la vida de otra persona, y no es simplemente por mero egocentrismo, sino porque cuando quieres a alguien con gran intensidad quisieras que ese alguien experimentara tus mismos sentimientos. Muchas veces, nos vemos atrapados en la decepción, pues damos mucho de nosotros por un alguien, sin saber que quizás nosotros solo somos un pasajero más en sus vidas. Y hablando desde mi propia experiencia, me he visto un montón de veces en esa situación y no me arrepiento y no lo haré jamás, por mucho que haya dolido, ya que el querer desmesuradamente nos hace mejores personas.
En poco tiempo, me he dado buenos porrazos, me he levantado y he vuelto a caer y tropezar con la misma piedra, como suele decirse, en muchos ámbitos, y todos aquellos errores me han hecho reflexionar y valorar un poco más la vida, mi vida, a acostumbrarme a la pena, rabia, tedio, entre otras emociones que no se consideran como las más atractivas. Por supuesto, cada una de las personas que estuvieron o están a mi lado, jamás se irán de mis memorias, aunque no hablemos, porque contribuyeron a formar la persona que hoy por hoy soy, con todos mis defectos y virtudes, con mis variadas penas y también con mis vastas alegrías.

sábado, 13 de agosto de 2011

Impulso

Puedo, según el registro civil, tener 18 años, pero al parecer tengo una mentalidad de 14 e incluso menos, me considero totalmente inmadura. Siempre he tenido pensamientos autónomos, pero de todas formas muchas veces soy manipulable. Durante  mucho tiempo he reprimido todo lo que siento, no recuerdo cuando fue la última vez que lloré de verdad. Sin embargo, puedo recordar con claridad como me ha dolido cada cosa que he guardado en mi memoria. No sé si fue el cúmulo de emociones lo que me hizo estallar hoy, solo sé que no debió haber pasado, me sentí avergonzada y humillada, me sentí impotente e inferior, incapaz de controlar algo tan sencillo como el propio ser.